viernes, 26 de septiembre de 2008

Decoración espacio infantil
























En el sitio para el bebé.net vi varias bibliotecas para niños, un espacio para que guarden sus libros, cuentos etc. elegí estos que me gustaron muchísimo...

domingo, 21 de septiembre de 2008

DE REGRESO A CASA...



















Le encanta viajar a todas partes, acá preparándose para regresar después de estar unos días con los tíos....

SE MANTIENE INFORMADO....






















Aqui está mi hijo leyendo las noticias del mundo....

martes, 16 de septiembre de 2008

PARA CONTAR A ISAAC....

El Soldadito de Plomo

Un juguetero fabricó un ejército de soldaditos de plomo. Cada uno con su fusil al hombro, chaqueta roja, pantalones azules y un sombrero negro alto con una insignia dorada al frente. Al juguetero no le alcanzó el plomo para el último soldadito y lo tuvo que dejar sin una pierna.

Pronto, los soldaditos se encontraban en la vitrina de una tienda de juguetes. Un señor los compró para regalárselos a su hijo por su cumpleaños. Cuando el niño abrió la caja, el soldadito sin pierna le llamó mucho la atención.
El soldadito se encontró de pronto frente a un castillo de cartón con cisnes flotando a su alrededor en un lago de espejos.

Frente a la entrada había una preciosa bailarina de papel. Llevaba una falda rosada de tul con lentejuelas. La bailarina tenía los brazos alzados y una pierna levantada hacia atrás, de tal manera que no se le alcanzaba a ver.

“Es muy hermosa" pensó el soldadito de plomo, convencido de que a la bailarina le faltaba una pierna como a él. Esa noche, cuando ya todos en la casa se habían ido a dormir, los juguetes comenzaron a divertirse.

Los únicos juguetes que no se movían eran el soldadito de plomo y la hermosa bailarina de papel. Inmóviles, se miraban el uno al otro. De repente, dieron las doce de la noche. La tapa de la caja de sorpresas se abrió y de ella saltó un duende con expresión malvada.

-¿Tú qué miras, soldado? -gritó. El soldadito siguió con la mirada fija al frente.

-Está bien. Ya verás lo que te pasará mañana -anunció el duende.

A la mañana siguiente, el niño jugó un rato con su soldadito de plomo y luego lo puso en el borde de la ventana, que estaba abierta. A lo mejor fue el viento, o quizás fue el duende malo, pero el soldadito de plomo se cayó a la calle.

El niño corrió hacia la ventana, pero desde el tercer piso no se alcanzaba a ver nada.

-¿Puedo bajar a buscar a mi soldadito? -preguntó el niño a la criada. Pero ella se negó, pues estaba lloviendo muy fuerte para que el niño saliera.

Afuera, unos niños de la calle jugaban bajo la lluvia, ellos encontraron al soldadito de plomo cabeza abajo, con el fusil clavado entre dos adoquines.

-¡Hagámosle un barco de papel! -gritó uno de los chicos. Llovía tan fuerte que se había formado un pequeño río por los bordes de las calles. Los chicos hicieron un barco con un viejo periódico, metieron al soldadito allí y lo pusieron a navegar.

El soldadito permanecía erguido mientras el barquito de papel se dejaba llevar por la corriente. Pronto se metió en una alcantarilla y por allí siguió navegando.

"¿A dónde iré a parar?" pensó el soldadito. "El culpable de esto es el duende malo. Claro que no me importaría si estuviera conmigo la hermosa bailarina."

En ese momento, apareció una rata enorme.

-¡Alto ahí! -gritó con voz chillona-. Págame el peaje.

Pero el soldadito de plomo no podía hacer nada para detenerse. El barco de papel siguió navegando por la alcantarilla hasta que llegó al canal. Pero, ya estaba tan mojado que no pudo seguir a flote y empezó a naufragar. Por fin, el papel se deshizo completamente y el erguido soldadito de plomo se hundió en el agua. Justo antes de llegar al fondo, un pez gordo se lo tragó.

-¡Qué oscuro está aquí dentro! -dijo el soldadito de plomo-. ¡Mucho más oscuro que en la caja de juguetes!

El pez, con el soldadito en el estómago, nadó por todo el canal hasta llegar al mar. El soldadito de plomo extrañaba la habitación de los niños, los juguetes, el castillo de cartón y extrañaba sobre todo a la hermosa bailarina.

"Creo que no la volveré a ver más", suspiró con tristeza. El soldadito de plomo no tenía idea dónde se encontraba. La suerte quiso que unos pescadores pasaran por allí y atraparan al pez con su red.

El barco de pesca regresó a la ciudad con su cargamento. Al poco tiempo, el pescado fresco ya estaba justo donde hacía las compras la criada de la casa del niño. Después de mirar la selección de pescados, se decidió por el más grande: el que tenía al soldadito de plomo adentro.

La criada regresó a la casa y le entregó el pescado a la cocinera.

-¡Qué buen pescado! -exclamó la cocinera.

Enseguida, tomó un cuchillo y se dispuso a preparar el pescado para meterlo al horno.

-Aquí hay algo duro -murmuró. Luego, llena de sorpresa, sacó al soldadito de plomo. La criada reconoció inmediatamente al soldadito.

-¡Es el soldadito que se le cayó al niño por la ventana! -exclamó.

El niño se puso muy feliz de ver nuevamente a su soldadito. Había pasado tanto tiempo en la oscuridad. Finalmente, se dio cuenta de que estaba de nuevo en casa. En la mesa vio los juguetes y también el castillo con el lago de espejos. Al frente estaba la bailarina, apoyada en una pierna. Habría llorado de la emoción si hubiera tenido lágrimas, pero se limitó a mirarla. Ella lo miraba también.

De pronto, el hermano del niño agarró al soldadito de plomo diciendo:

-Este soldado no sirve para nada. Sólo tiene una pierna. Además, apesta a pescado.

El muchacho arrojó al soldadito de plomo al fuego de la chimenea. El soldadito cayó de pie entre las llamas. De pronto, una ráfaga de viento arrancó a la bailarina de la entrada del castillo y la llevó como a un ave de papel hasta el fuego, junto al soldadito de plomo. Una llamarada la consumió en un segundo.

A la mañana siguiente, la criada fue a limpiar la chimenea. En medio de las cenizas encontró un pedazo de plomo en forma de corazón.

FIN

domingo, 14 de septiembre de 2008

ORGANIZADOR DE PELUCHES
























Los niños les encanta estar rodeado de sus amigos, a fin de mantener a sus animales de peluche a la vista y al alcance de la mano. Hacer un organizador con una colcha o camisetas que ya no uses, y hazle muchos bolsillos, o simplemente usa un organizador colgante de zapatos. Cada peluche, en un bolsillo, donde se ve claramente y está protegido.

Fuente: Vía: Martha Stewart

MI CUMPLEAÑOS NÚMERO TRES















































Acá está mi hijo en su tercer cumpleaños, un poco serio porque tenía sueño...

sábado, 13 de septiembre de 2008

REFLEXIONES



FRASES PARA REFLEXIONAR...






El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día.

Nunca podrá equivocarse quien dé al niño mucho amor y besos intercalados con disciplina.
Ian Marshall


Si Dios te ha regalado un hijo....tiembla....porque no solo serás su padre y su amigo, sino también su ejemplo.



miércoles, 10 de septiembre de 2008

Digna de estar en portada...

























Esta hermosa princesita se lla Krischna y es una primita que nació hace poco, una ternura y encanto....

sábado, 6 de septiembre de 2008

DIBUJOS DE SARA KAY

DIBUJOS DE SARA KAY




















Que tiernos estos dibujos de Sara Kay, para niñitos. En realidad había visto la mayoría solo para niñas pero encontré estos y a mi hijo le gustaron mucho.

martes, 2 de septiembre de 2008

UNA RECETA FACIL Y RICA...






PIE DE LIMÓN



Ingredientes:
1 lata de leche evaporada.
1 lata de leche condensada.
1 paquete de galletas María.
Jugo de limones c/n


Preparación:




Primero en su recipiente vaciar los dos tipos leches luego, revuélvalo muy bien durante 5 minutos, exprima sobre la mezcla el jugo de los limones, vuelva a revolver la mezcla 4 minutos.
En su molde acomode las galletas molidas después vierta sobre las galletas, la mezcla de las leches y el jugo de limones. Finalizando poner algunas horas al refrigerador y sirva frío.

lunes, 1 de septiembre de 2008

LA CUNCUNA AMARILLA





UNA CUNCUNA AMARILLA

(Mazapán)



Una cuncuna amarilla debajo de un hongo vivía

Allí en medio de una rama tenía escondida su cama.


Comía pedazos de hojas, tomaba el sol en las copas

Le gustaba subirse a mirar a los bichitos que pueden volar.


¿Por qué no seré cómo ellos?

Preguntaba mirando a los cielos.

¿Por qué me tendré que arrastrar si yo lo que quiero es volar?


Un día le pasó algo raro, sentía su cuerpo inflado

No tuvo ganas de salir, sólo quería dormir.


Se puso camisa de seda, se escondió en una gran higuera

Todo el invierno durmió y con alas se despertó.


Ahora ya puedo volar como ese lindo zorzal.

¡Mariposa yo soy, con mis alitas yo me voy!






ESTÁ TAN SOLICITADO ESTE MODELO, QUE NO PUDE CONSEGUIR QUE ME DIERA UNA ENTREVISTA...