martes, 28 de octubre de 2008
lunes, 27 de octubre de 2008
EL RATON DE CAMPO Y EL DE CIUDAD
EL RATON DE CAMPO Y EL DE CIUDAD
Érase una vez un ratón que vivía en una humilde madriguera en el campo. Allí, no le hacía falta nada. Tenía una cama de hojas, un cómodo sillón, y flores por todos los lados. Cuando sentía hambre, el ratón buscaba frutas silvestres, frutos secos y setas, para comer. Además, el ratón tenía una salud de hierro. Por las mañanas, paseaba y corría entre los árboles, y por las tardes, se tumbaba a la sombra de algún árbol, para descansar, o simplemente respirar aire puro. Llevaba una vida muy tranquila y feliz.
Un día, su primo ratón que vivía en la ciudad, vino a visitarle. El ratón de campo le invitó a comer sopa de hierbas. Pero al ratón de la ciudad, acostumbrado a comer comidas más refinadas, no le gustó. Y además, no se habituó a la vida de campo. Decía que la vida en el campo era demasiado aburrida y que la vida en la ciudad era más emocionante. Acabó invitando a su primo a viajar con él a la ciudad para comprobar que allá se vive mejor. El ratón de campo no tenía muchas ganas de ir, pero acabó cediendo ante la insistencia del otro ratón.
Nada más llegar a la ciudad, el ratón de campo pudo sentir que su tranquilidad se acababa. El ajetreo de la gran ciudad le asustaba. Había peligros por todas partes. Había ruidos de coches, humos, mucho polvo, y un ir y venir intenso de las personas. La madriguera de su primo era muy distinta de la suya, y estaba en el sótano de un gran hotel. Era muy elegante: había camas con colchones de lana, sillones, finas alfombras, y las paredes eran revestidas. Los armarios rebosaban de quesos, y otras cosas ricas. En el techo colgaba un oloroso jamón. Cuando los dos ratones se disponían a darse un buen banquete, vieron a un gato que se asomaba husmeando a la puerta de la madriguera. Los ratones huyeron disparados por un agujerillo.
Mientras huía, el ratón de campo pensaba en el campo cuando, de repente, oyó gritos de una mujer que, con una escoba en la mano, intentaba darle a la cabeza con el palo, para matarle. El ratón, más que asustado y hambriento, volvió a la madriguera, dijo adiós a su primo y decidió volver al campo, lo antes que pudo. Los dos se abrazaron y el ratón de campo emprendió el camino de vuelta. Desde lejos el aroma de queso recién hecho, hizo que se le saltaran las lágrimas, pero eran lágrimas de alegría porque poco faltaba para llegar a su casita.
De vuelta a su casa el ratón de campo pensó que jamás cambiaría su paz por un montón de cosas materiales.
miércoles, 22 de octubre de 2008
Estas hermosas lámparas en forma de hongos que pueden resultar muy divertidas además de decorativas para los pequeños, pueden ser muy prácticas y útiles a la hora de pensar en elementos para decorar una habitación infantil.
Fuente: Decora Ilumina
sábado, 18 de octubre de 2008
miércoles, 15 de octubre de 2008
BAMBI
Érase una vez un bosque donde vivían muchos animales y donde todos eran muy amiguitos. Una mañana un pequeño conejo llamado Tambor fue a despertar al búho para ir a ver un pequeño cervatillo que acababa de nacer. Se reunieron todos los animalitos del bosque y fueron a conocer a Bambi, que así se llamaba el nuevo cervatillo. Todos se hicieron muy amigos de él y le fueron enseñando todo lo que había en el bosque: las flores, los ríos y los nombres de los distintos animales, pues para Bambi todo era desconocido.
Todos los días se juntaban en un claro del bosque para jugar. Una mañana, la mamá de Bambi lo llevó a ver a su padre que era el jefe de la manada de todos los ciervos y el encargado de vigilar y de cuidar de ellos. Cuando estaban los dos dando un paseo, oyeron ladridos de un perro. "¡Corre, corre Bambi! -dijo el padre- ponte a salvo". "¿Por qué, papi?", preguntó Bambi. Son los hombres y cada vez que vienen al bosque intentan cazarnos, cortan árboles, por eso cuando los oigas debes de huir y buscar refugio.
Pasaron los días y su padre le fue enseñando todo lo que debía de saber pues el día que él fuera muy mayor, Bambi sería el encargado de cuidar a la manada. Más tarde, Bambi conoció a una pequeña cervatilla que era muy guapa llamada Farina y de la que se enamoró enseguida. Un día que estaban jugando las dos oyeron los ladridos de un perro y Bambi pensó: "¡Son los hombres!", e intentó huir, pero cuando se dio cuenta el perro estaba tan cerca que no le quedó más remedio que enfrentarse a él para defender a Farina. Cuando ésta estuvo a salvo, trató de correr pero se encontró con un precipicio que tuvo que saltar, y al saltar, los cazadores le dispararon y Bambi quedó herido.
Pronto acudió su papá y todos sus amigos y le ayudaron a pasar el río, pues sólo una vez que lo cruzaran estarían a salvo de los hombres, cuando lo lograron le curaron las heridas y se puso bien muy pronto.
Pasado el tiempo, nuestro protagonista había crecido mucho. Ya era un adulto. Fue a ver a sus amigos y les costó trabajo reconocerlo pues había cambiado bastante y tenía unos cuernos preciosos. El búho ya estaba viejecito y Tambor se había casado con una conejita y tenían tres conejitos. Bambi se casó con Farina y tuvieron un pequeño cervatillo al que fueron a conocer todos los animalitos del bosque, igual que pasó cuando él nació. Vivieron todos muy felices y Bambi era ahora el encargado de cuidar de todos ellos, igual que antes lo hizo su papá, que ya era muy mayor para hacerlo.
FIN
viernes, 10 de octubre de 2008
sábado, 4 de octubre de 2008
Ricas Recetas
PIMIENTOS RELLENOS CON CARNE
Ingredientes:
6 pimientos rojos grandes
300 gr. de carne picada
100 gr. de queso rallado
1 cebolla mediana
100 gr. de aceitunas sin hueso
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación:
Sacar el centro del pimiento y las semillas, lavar bien y dejar boca abajo para que escurra. Por otro lado picar bien la cebolla saltar en el aceite hasta que se dore poco, agregar la carne picada y condimentos, fuera del fuego, agregar aceitunas y la mitad del queso rallado.
Poner en asadera para horno los pimientos en mitades e ir rellenando con la carne, poner por encima el resto de queso rallado.
Llevar a horno fuerte por veinticinco minutos aproximadamente
Servir caliente.
BUÑUELOS
Ingredientes Receta base
Huevo
Harina
Leche
Azúcar
Sal una pizca.
Aceite
Canela molida
Preparación
La preparación es muy fácil lo primero es mezclar el harina, el azúcar, el huevo y la sal hasta que se forme una mezcla uniforme, mientras en otro lugar se mezcle la canela y el azúcar.
Luego ponemos aceite a calentar y unas ves ya calientes se fríen los buñuelos de la medida que ustedes prefieran.
Luego se saca del aceite y se deja secar el exceso de este mismo.
Se pueden hacer buñuelos con zapallo por ejemplo, se agrega cocido y molido, zanahoria rallada, manzana etc. dependiendo del ingrediente que más les guste sólo tienen que agregarlo a la receta base y a disfrutar.