lunes, 15 de diciembre de 2008
lunes, 8 de diciembre de 2008
viernes, 28 de noviembre de 2008
DIBUJO PARA PINTAR.
sábado, 22 de noviembre de 2008
lunes, 17 de noviembre de 2008
PERCHEROS DIVERTIDOS.
viernes, 14 de noviembre de 2008
miércoles, 12 de noviembre de 2008
UN PC. DE PELUCHE...
martes, 11 de noviembre de 2008
LAMPARAS INFANTILES...
domingo, 9 de noviembre de 2008
jueves, 6 de noviembre de 2008
martes, 28 de octubre de 2008
lunes, 27 de octubre de 2008
EL RATON DE CAMPO Y EL DE CIUDAD
EL RATON DE CAMPO Y EL DE CIUDAD
Érase una vez un ratón que vivía en una humilde madriguera en el campo. Allí, no le hacía falta nada. Tenía una cama de hojas, un cómodo sillón, y flores por todos los lados. Cuando sentía hambre, el ratón buscaba frutas silvestres, frutos secos y setas, para comer. Además, el ratón tenía una salud de hierro. Por las mañanas, paseaba y corría entre los árboles, y por las tardes, se tumbaba a la sombra de algún árbol, para descansar, o simplemente respirar aire puro. Llevaba una vida muy tranquila y feliz.
Un día, su primo ratón que vivía en la ciudad, vino a visitarle. El ratón de campo le invitó a comer sopa de hierbas. Pero al ratón de la ciudad, acostumbrado a comer comidas más refinadas, no le gustó. Y además, no se habituó a la vida de campo. Decía que la vida en el campo era demasiado aburrida y que la vida en la ciudad era más emocionante. Acabó invitando a su primo a viajar con él a la ciudad para comprobar que allá se vive mejor. El ratón de campo no tenía muchas ganas de ir, pero acabó cediendo ante la insistencia del otro ratón.
Nada más llegar a la ciudad, el ratón de campo pudo sentir que su tranquilidad se acababa. El ajetreo de la gran ciudad le asustaba. Había peligros por todas partes. Había ruidos de coches, humos, mucho polvo, y un ir y venir intenso de las personas. La madriguera de su primo era muy distinta de la suya, y estaba en el sótano de un gran hotel. Era muy elegante: había camas con colchones de lana, sillones, finas alfombras, y las paredes eran revestidas. Los armarios rebosaban de quesos, y otras cosas ricas. En el techo colgaba un oloroso jamón. Cuando los dos ratones se disponían a darse un buen banquete, vieron a un gato que se asomaba husmeando a la puerta de la madriguera. Los ratones huyeron disparados por un agujerillo.
Mientras huía, el ratón de campo pensaba en el campo cuando, de repente, oyó gritos de una mujer que, con una escoba en la mano, intentaba darle a la cabeza con el palo, para matarle. El ratón, más que asustado y hambriento, volvió a la madriguera, dijo adiós a su primo y decidió volver al campo, lo antes que pudo. Los dos se abrazaron y el ratón de campo emprendió el camino de vuelta. Desde lejos el aroma de queso recién hecho, hizo que se le saltaran las lágrimas, pero eran lágrimas de alegría porque poco faltaba para llegar a su casita.
De vuelta a su casa el ratón de campo pensó que jamás cambiaría su paz por un montón de cosas materiales.
miércoles, 22 de octubre de 2008
Estas hermosas lámparas en forma de hongos que pueden resultar muy divertidas además de decorativas para los pequeños, pueden ser muy prácticas y útiles a la hora de pensar en elementos para decorar una habitación infantil.
Fuente: Decora Ilumina
sábado, 18 de octubre de 2008
miércoles, 15 de octubre de 2008
BAMBI
Érase una vez un bosque donde vivían muchos animales y donde todos eran muy amiguitos. Una mañana un pequeño conejo llamado Tambor fue a despertar al búho para ir a ver un pequeño cervatillo que acababa de nacer. Se reunieron todos los animalitos del bosque y fueron a conocer a Bambi, que así se llamaba el nuevo cervatillo. Todos se hicieron muy amigos de él y le fueron enseñando todo lo que había en el bosque: las flores, los ríos y los nombres de los distintos animales, pues para Bambi todo era desconocido.
Todos los días se juntaban en un claro del bosque para jugar. Una mañana, la mamá de Bambi lo llevó a ver a su padre que era el jefe de la manada de todos los ciervos y el encargado de vigilar y de cuidar de ellos. Cuando estaban los dos dando un paseo, oyeron ladridos de un perro. "¡Corre, corre Bambi! -dijo el padre- ponte a salvo". "¿Por qué, papi?", preguntó Bambi. Son los hombres y cada vez que vienen al bosque intentan cazarnos, cortan árboles, por eso cuando los oigas debes de huir y buscar refugio.
Pasaron los días y su padre le fue enseñando todo lo que debía de saber pues el día que él fuera muy mayor, Bambi sería el encargado de cuidar a la manada. Más tarde, Bambi conoció a una pequeña cervatilla que era muy guapa llamada Farina y de la que se enamoró enseguida. Un día que estaban jugando las dos oyeron los ladridos de un perro y Bambi pensó: "¡Son los hombres!", e intentó huir, pero cuando se dio cuenta el perro estaba tan cerca que no le quedó más remedio que enfrentarse a él para defender a Farina. Cuando ésta estuvo a salvo, trató de correr pero se encontró con un precipicio que tuvo que saltar, y al saltar, los cazadores le dispararon y Bambi quedó herido.
Pronto acudió su papá y todos sus amigos y le ayudaron a pasar el río, pues sólo una vez que lo cruzaran estarían a salvo de los hombres, cuando lo lograron le curaron las heridas y se puso bien muy pronto.
Pasado el tiempo, nuestro protagonista había crecido mucho. Ya era un adulto. Fue a ver a sus amigos y les costó trabajo reconocerlo pues había cambiado bastante y tenía unos cuernos preciosos. El búho ya estaba viejecito y Tambor se había casado con una conejita y tenían tres conejitos. Bambi se casó con Farina y tuvieron un pequeño cervatillo al que fueron a conocer todos los animalitos del bosque, igual que pasó cuando él nació. Vivieron todos muy felices y Bambi era ahora el encargado de cuidar de todos ellos, igual que antes lo hizo su papá, que ya era muy mayor para hacerlo.
FIN
viernes, 10 de octubre de 2008
sábado, 4 de octubre de 2008
Ricas Recetas
PIMIENTOS RELLENOS CON CARNE
Ingredientes:
6 pimientos rojos grandes
300 gr. de carne picada
100 gr. de queso rallado
1 cebolla mediana
100 gr. de aceitunas sin hueso
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación:
Sacar el centro del pimiento y las semillas, lavar bien y dejar boca abajo para que escurra. Por otro lado picar bien la cebolla saltar en el aceite hasta que se dore poco, agregar la carne picada y condimentos, fuera del fuego, agregar aceitunas y la mitad del queso rallado.
Poner en asadera para horno los pimientos en mitades e ir rellenando con la carne, poner por encima el resto de queso rallado.
Llevar a horno fuerte por veinticinco minutos aproximadamente
Servir caliente.
BUÑUELOS
Ingredientes Receta base
Huevo
Harina
Leche
Azúcar
Sal una pizca.
Aceite
Canela molida
Preparación
La preparación es muy fácil lo primero es mezclar el harina, el azúcar, el huevo y la sal hasta que se forme una mezcla uniforme, mientras en otro lugar se mezcle la canela y el azúcar.
Luego ponemos aceite a calentar y unas ves ya calientes se fríen los buñuelos de la medida que ustedes prefieran.
Luego se saca del aceite y se deja secar el exceso de este mismo.
Se pueden hacer buñuelos con zapallo por ejemplo, se agrega cocido y molido, zanahoria rallada, manzana etc. dependiendo del ingrediente que más les guste sólo tienen que agregarlo a la receta base y a disfrutar.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Decoración espacio infantil
domingo, 21 de septiembre de 2008
DE REGRESO A CASA...
martes, 16 de septiembre de 2008
PARA CONTAR A ISAAC....
El Soldadito de Plomo
Un juguetero fabricó un ejército de soldaditos de plomo. Cada uno con su fusil al hombro, chaqueta roja, pantalones azules y un sombrero negro alto con una insignia dorada al frente. Al juguetero no le alcanzó el plomo para el último soldadito y lo tuvo que dejar sin una pierna.
Pronto, los soldaditos se encontraban en la vitrina de una tienda de juguetes. Un señor los compró para regalárselos a su hijo por su cumpleaños. Cuando el niño abrió la caja, el soldadito sin pierna le llamó mucho la atención.
El soldadito se encontró de pronto frente a un castillo de cartón con cisnes flotando a su alrededor en un lago de espejos.
Frente a la entrada había una preciosa bailarina de papel. Llevaba una falda rosada de tul con lentejuelas. La bailarina tenía los brazos alzados y una pierna levantada hacia atrás, de tal manera que no se le alcanzaba a ver.
“Es muy hermosa" pensó el soldadito de plomo, convencido de que a la bailarina le faltaba una pierna como a él. Esa noche, cuando ya todos en la casa se habían ido a dormir, los juguetes comenzaron a divertirse.
Los únicos juguetes que no se movían eran el soldadito de plomo y la hermosa bailarina de papel. Inmóviles, se miraban el uno al otro. De repente, dieron las doce de la noche. La tapa de la caja de sorpresas se abrió y de ella saltó un duende con expresión malvada.
-¿Tú qué miras, soldado? -gritó. El soldadito siguió con la mirada fija al frente.
-Está bien. Ya verás lo que te pasará mañana -anunció el duende.
A la mañana siguiente, el niño jugó un rato con su soldadito de plomo y luego lo puso en el borde de la ventana, que estaba abierta. A lo mejor fue el viento, o quizás fue el duende malo, pero el soldadito de plomo se cayó a la calle.
El niño corrió hacia la ventana, pero desde el tercer piso no se alcanzaba a ver nada.
-¿Puedo bajar a buscar a mi soldadito? -preguntó el niño a la criada. Pero ella se negó, pues estaba lloviendo muy fuerte para que el niño saliera.
Afuera, unos niños de la calle jugaban bajo la lluvia, ellos encontraron al soldadito de plomo cabeza abajo, con el fusil clavado entre dos adoquines.
-¡Hagámosle un barco de papel! -gritó uno de los chicos. Llovía tan fuerte que se había formado un pequeño río por los bordes de las calles. Los chicos hicieron un barco con un viejo periódico, metieron al soldadito allí y lo pusieron a navegar.
El soldadito permanecía erguido mientras el barquito de papel se dejaba llevar por la corriente. Pronto se metió en una alcantarilla y por allí siguió navegando.
"¿A dónde iré a parar?" pensó el soldadito. "El culpable de esto es el duende malo. Claro que no me importaría si estuviera conmigo la hermosa bailarina."
En ese momento, apareció una rata enorme.
-¡Alto ahí! -gritó con voz chillona-. Págame el peaje.
Pero el soldadito de plomo no podía hacer nada para detenerse. El barco de papel siguió navegando por la alcantarilla hasta que llegó al canal. Pero, ya estaba tan mojado que no pudo seguir a flote y empezó a naufragar. Por fin, el papel se deshizo completamente y el erguido soldadito de plomo se hundió en el agua. Justo antes de llegar al fondo, un pez gordo se lo tragó.
-¡Qué oscuro está aquí dentro! -dijo el soldadito de plomo-. ¡Mucho más oscuro que en la caja de juguetes!
El pez, con el soldadito en el estómago, nadó por todo el canal hasta llegar al mar. El soldadito de plomo extrañaba la habitación de los niños, los juguetes, el castillo de cartón y extrañaba sobre todo a la hermosa bailarina.
"Creo que no la volveré a ver más", suspiró con tristeza. El soldadito de plomo no tenía idea dónde se encontraba. La suerte quiso que unos pescadores pasaran por allí y atraparan al pez con su red.
El barco de pesca regresó a la ciudad con su cargamento. Al poco tiempo, el pescado fresco ya estaba justo donde hacía las compras la criada de la casa del niño. Después de mirar la selección de pescados, se decidió por el más grande: el que tenía al soldadito de plomo adentro.
La criada regresó a la casa y le entregó el pescado a la cocinera.
-¡Qué buen pescado! -exclamó la cocinera.
Enseguida, tomó un cuchillo y se dispuso a preparar el pescado para meterlo al horno.
-Aquí hay algo duro -murmuró. Luego, llena de sorpresa, sacó al soldadito de plomo. La criada reconoció inmediatamente al soldadito.
-¡Es el soldadito que se le cayó al niño por la ventana! -exclamó.
El niño se puso muy feliz de ver nuevamente a su soldadito. Había pasado tanto tiempo en la oscuridad. Finalmente, se dio cuenta de que estaba de nuevo en casa. En la mesa vio los juguetes y también el castillo con el lago de espejos. Al frente estaba la bailarina, apoyada en una pierna. Habría llorado de la emoción si hubiera tenido lágrimas, pero se limitó a mirarla. Ella lo miraba también.
De pronto, el hermano del niño agarró al soldadito de plomo diciendo:
-Este soldado no sirve para nada. Sólo tiene una pierna. Además, apesta a pescado.
El muchacho arrojó al soldadito de plomo al fuego de la chimenea. El soldadito cayó de pie entre las llamas. De pronto, una ráfaga de viento arrancó a la bailarina de la entrada del castillo y la llevó como a un ave de papel hasta el fuego, junto al soldadito de plomo. Una llamarada la consumió en un segundo.
A la mañana siguiente, la criada fue a limpiar la chimenea. En medio de las cenizas encontró un pedazo de plomo en forma de corazón.
FIN
domingo, 14 de septiembre de 2008
ORGANIZADOR DE PELUCHES
Los niños les encanta estar rodeado de sus amigos, a fin de mantener a sus animales de peluche a la vista y al alcance de la mano. Hacer un organizador con una colcha o camisetas que ya no uses, y hazle muchos bolsillos, o simplemente usa un organizador colgante de zapatos. Cada peluche, en un bolsillo, donde se ve claramente y está protegido.
sábado, 13 de septiembre de 2008
REFLEXIONES
FRASES PARA REFLEXIONAR...
El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día.
Nunca podrá equivocarse quien dé al niño mucho amor y besos intercalados con disciplina.
Ian Marshall
Si Dios te ha regalado un hijo....tiembla....porque no solo serás su padre y su amigo, sino también su ejemplo.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Digna de estar en portada...
sábado, 6 de septiembre de 2008
DIBUJOS DE SARA KAY
viernes, 5 de septiembre de 2008
martes, 2 de septiembre de 2008
UNA RECETA FACIL Y RICA...
PIE DE LIMÓN
Ingredientes:
1 lata de leche evaporada.
1 lata de leche condensada.
1 paquete de galletas María.
Jugo de limones c/n
Preparación:
Primero en su recipiente vaciar los dos tipos leches luego, revuélvalo muy bien durante 5 minutos, exprima sobre la mezcla el jugo de los limones, vuelva a revolver la mezcla 4 minutos.
En su molde acomode las galletas molidas después vierta sobre las galletas, la mezcla de las leches y el jugo de limones. Finalizando poner algunas horas al refrigerador y sirva frío.
lunes, 1 de septiembre de 2008
LA CUNCUNA AMARILLA
UNA CUNCUNA AMARILLA
(Mazapán)
Una cuncuna amarilla debajo de un hongo vivía
Allí en medio de una rama tenía escondida su cama.
Comía pedazos de hojas, tomaba el sol en las copas
Le gustaba subirse a mirar a los bichitos que pueden volar.
¿Por qué no seré cómo ellos?
Preguntaba mirando a los cielos.
¿Por qué me tendré que arrastrar si yo lo que quiero es volar?
Un día le pasó algo raro, sentía su cuerpo inflado
No tuvo ganas de salir, sólo quería dormir.
Se puso camisa de seda, se escondió en una gran higuera
Todo el invierno durmió y con alas se despertó.
Ahora ya puedo volar como ese lindo zorzal.
¡Mariposa yo soy, con mis alitas yo me voy!
viernes, 29 de agosto de 2008
QUE TIERNOS...
jueves, 28 de agosto de 2008
LA LIEBRE Y LA TORTURGA
LA LIEBRE Y LA TORTUGA
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque decía que era la más veloz. Por eso, siempre se reía de la lenta tortuga.-¡Miren la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto, te vas a cansar de ir tan de prisa! –
Un día, conversando entre ellas, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una rara apuesta a la liebre.
-Estoy segura de poder ganarte una carrera -le dijo.- ¿A mí? -preguntó, asombrada, la liebre. -Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta en aquella piedra y veamos quién gana la carrera. La liebre, muy divertida, aceptó.
Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. Se señaló cuál iba a ser el camino y la llegada. Una vez estuvo listo, comenzó la carrera entre grandes aplausos. Confiada en su ligereza, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando. ¡Vaya si le sobraba el tiempo para ganarle a tan lerda criatura.
Luego, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, pero, eso sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo. Se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar. Cuando la tortuga pasó por su lado, la liebre se burló de ella una vez más. Le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha.
Cuando la tortuga pasó por su lado, la liebre aprovechó para burlarse de ella una vez más. Le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha. Varias veces repitió lo mismo, pero, a pesar de sus risas, la tortuga siguió caminando sin detenerse. Confiada en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida
Mientras tanto, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera. Aquel día fue muy triste para la liebre y aprendió una lección que no olvidaría jamás: a pesar de nuestras limitaciones podemos alcanzar nuestros objetivos, si nos esforzamos.
miércoles, 27 de agosto de 2008
PASTELITOS DE AVENA
PASTELITOS DE AVENA
INGREDIENTES:
1 cucharada de margarina
2 ½ tazas de avena
1 taza de azúcar
1 pizca de sal
2 cucharaditas de polvo de hornear
2 claras de huevo
½ cucharadita de vainilla
PREPARACION:
Con una cuchara de palo, mezclar el azúcar con la margarina, la que debe estar blanda, o sea no debe estar refrigerada.
Cuando ya esté todo bien mezclado, se debe agregar la avena, la sal y el polvo de hornear y revolver bien.
Batir las claras a punto de nieve y una vez que las claras estén listas, agregarlas a la preparación anterior.
Finalmente, colocar la mezcla en moldes pequeños y llevarlos a horno suave por espacio de diez minutos aproximadamente.
martes, 26 de agosto de 2008
CUENTOS PARA ISAAC
El Patito feo.
En una hermosa mañana de verano, los huevos que habían empollado la mamá Pata, empezaban a romperse, uno a uno. Los patitos fueron saliendo poquito a poco, llenando de felicidad a los papás y a sus amigos. Estaban tan contentos que casi no se dieron cuenta de que un huevo, el más grande de todos, aún permanecía intacto.
Todos, incluso los patitos recién nacidos, concentraron su atención en el huevo, a ver cuando se rompería. Al cabo de algunos minutos, el huevo empezó a moverse, y luego se pudo ver el pico, luego el cuerpo, y las patas del sonriente pato.
Era el más grande, y para sorpresa de todos, muy distinto de los demás... Y cómo era diferente, todos empezaron a llamarle de Patito Feo.
La mamá Pata, avergonzada por haber tenido un patito tan feo, le apartó con el ala mientras daba atención a los otros patitos. El patito feo empezó a darse cuenta de que allí no le querían. Y a medida que crecía, se quedaba aún más feo, y tenía que soportar las burlas de todos.
Entonces, en la mañana siguiente, muy temprano, el patito decidió irse de la granja. Triste y solo, el patito siguió un camino por el bosque hasta llegar a otra granja. Allí, una vieja granjera le recogió, le dio de comer y beber, y el patito creyó que había encontrado a alguien que le quería. Pero, al cabo de algunos días, él se dio cuenta de que la vieja era mala y sólo quería engordarle para transformarlo en un segundo plato.
El patito salió corriendo como pudo de allí. El invierno había llegado. Y con el, el frío, el hambre, y la persecución de los cazadores para el patito feo. Lo pasó muy mal. Pero sobrevivió hasta la llegada de la primavera. Los días pasaron a ser más calurosos y llenos de colores. Y el patito empezó a animarse otra vez.
Un día, al pasar por un estanque, vio las aves más hermosas que jamás había visto. Eran elegantes, delicadas, y se movían como verdaderas bailarinas, por el agua. El patito, aún acomplejado por la figura y la torpeza que tenía, se acercó a una de ellas y le preguntó si podía bañarse también en el estanque. Y uno de los cisnes le contestó:
- Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los nuestros.
Y le dijo el patito:
- ¿Cómo que soy uno de los vuestros? Yo soy feo, todo lo contrario de vosotros.
Y ellos le dijeron:
- Entonces, mira tu reflejo en el agua del estanque y verás cómo no te engañamos.
El patito se miró y lo que vio le dejó sin habla. ¡Había crecido y se transformado en un precioso cisne! Y en este momento, él supo que jamás había sido feo. Él no era un pato sino un cisne. Y así, el nuevo cisne se unió a los demás y vivió feliz para siempre.
FIN